miércoles, 1 de octubre de 2008

Hoy

Hoy recordé las flores, el amanecer y el olor a brisa marina. Hoy también me dijeron que tenía la fuerza de una estrella brillante. En general, hoy me sentí vital, luminosa, llena de vida, como hace mucho no lo estaba. Todo es cuestión de energía, de optimismo o tal vez es mi reacción natural al inicio de la primavera. Hoy fui feliz, tan feliz que siento que mañana amaneceré con los labios adormecidos por tanto sonreir. Hoy mi mente dejó de cuestionarse para dar paso a la seguridad, al riesgo, a la vida, al alma. Hoy comprobé que el viento sí puede despejar nuestros pensamientos y corroboré que Wittgenstein no tenía razón cuando decía que el pensamiento es una expresión de la realidad y que la realidad se expresa con el lenguaje porque hoy no pude expresar lo que sentí con palabras: no bastan. Hoy descubrí que sí tengo espectativas de vida. Decidí buscar la fórmula de la felicidad de una manera diferente: viviendo en la realidad y luchando por cambiar lo que se debe cambiar. Hoy quiero dejar de vivir en pensamientos y empezar a actuar. Quiero leer más para tener aún más ideas propias. Quiero dibujar con crayolas. Aprender a pintar con plumones. Cantar a todo pulmón una canción desestresante. Decir que adoro a quienes quiero. Solo no quiero dejar de sentirme así, tan feliz.