sábado, 22 de marzo de 2008

Esto es lo que solo es

Tengo ganas de gritarlo todo, de decirle a todo el mundo lo que pasa. No puedo seguir callando, la procesión se hace cada día más numerosa y pesada: no puedo llevarla por dentro ni un minuto más. ¿Qué hacer? Es la pregunta que nos invade desde hace tanto tiempo y hoy que todo parece haber llegado a un punto tangente entre lo bueno y lo malo (aunque más que malo público) la incertidumbre nos embarga. Tanto interés de hacer lo que se nos prohibe justo cuando más prohibido lo tenemos. Ja, que atrevimiendo el nuestro, dos hormigas desafiando a un ejército de arañas venenosas, pero con la convicción y el corazón de vencerlas, solo con un afán, con El afán. Tentaciones, desiertos, retos, victorias, glorias, batallas libradas de fe y esperanza, locura desenfrenada, palabras desatinadas, risas alborotadas, llantos reconfortantes... todo eso... todo lo que nuestras almas guardan, tanta lastima provocamos a los que ni siquiera se imaginan todo esto. Pantomimas asombrosas de vidas que nos llenan de ilusiones, que nos llenan de seguridad. Cuanta paciencia, cuanto tiempo ha esperado, hemos esperado y cuanto más tendremos que esperar. No solo el corazón está ciego, también la razón lo está. Todo se sale de control, pero que agradable es llegar a ese punto tangente con una caricia. Nada duele tanto como dejarde ver la luz de esa mirada, de nuestras miradas. Escuchar aquellas voces melodiosas que no dicen nada y que al mismo tiempo lo esconden todo. Esto es, es exáctamente lo que no sé como denominar, como llamar, ni como expresar. Aquella cosa que es, pero no está y que está, pero no se ve, solo se siente. Es esto lo inexplicable, lo insospechable y lo indomable. Esto es, y solo es esto.